Todo país que históricamente ha superado la pobreza y la marginación social ha implementado políticas de estado sostenibles en el tiempo en lo económico, social e institucional. Sin embargo, el camino a la justicia y a la verdadera libertad se encuentra incompleto si no se toma en cuenta al ser humano como eje central del desarrollo; por ende existen cuatro tipos de analfabetismos que deben ser superados para poseer un capital humano solidario y competitivo.
En primer lugar, vencer el analfabetismo funcional, es decir que desde los primeros años de formación se inculque la capacidad analítica y creativa en contraposición al memorismo imperante.
En segundo lugar, superar el analfabetismo digital debido a que el manejo de la tecnología es un elemento mínimo en un mundo globalizado a través de la inclusión y la democratización de esta en la sociedad. En tercer lugar, se necesita traspasar la barrera del analfabetismo idiomático, ya que el desarrollo científico, productivo y la interacción comercial son en su mayoría en inglés, francés o mandarín.
Finalmente, es indispensable derrocar el analfabetismo de conciencia, el cual es el más importante debido a que los ecuatorianos debemos creernos capaces de hacer grandes cosas, desterrar el sentimiento de inferioridad e incapacidad, tener la seguridad de que podemos superar las adversidades; pero sobre todo demostrarlo en la cotidianidad de nuestras vidas.