Estoy maravillado, veo la hermosura como nunca antes. Hay en el ambiente un olor a negritud, qué delicia. Hay un olor a naturaleza, que me está conmoviendo. Hay un olor a libertad, que me impulsa a volar. Estoy volando en mi fantasía por este valle. Puedo disfrutar del paisaje, puedo dormir tranquilo. Dios está conmigo, esto es suficiente, más que suficiente. Estoy extasiado, oigo el llamado del agua del río, escucho en el silencio el palpitar de mi alma. Mi alma está molesta, no hay agua potable, es un absurdo, siento la necesidad, siento la pobreza, siento el anhelo, siento el sabor del hobo, siento el jugo de caña en mí. No puedo quedarme solo mirando el sufrimiento ajeno, no puedo ser indiferente, no sentiré lástima por nadie. Mi convicción me dice: haz algo. Mi vocación me grita: haz algo. El valle de la libertad se convertirá en el valle de la bendición.