Muy oportuno el despliegue que le dieron en su edición del 25 de mayo a la pernoctada del Mariscal Sucre en la casa-hacienda de Chillogallo, la noche del 22 de mayo, cuando “afinó su estrategia” para la victoria en la Batalla del Pichincha.
Se les olvidó prevenir al lector que en días de fiesta, los museos están cerrados por razones inexplicables. Fuimos, sin embargo, con mi esposo, suponiendo que esta vez sería una excepción tratándose del fin de semana largo en honor al Mariscal Sucre. Al llegar, no salíamos del asombro, decepcionados, cuando encontramos cerrado el Centro Cívico Cultural Mariscal Sucre. Otra pareja trataba de mirar por entre las rendijas lo poco que se podía ver. Mala manera de fomentar el turismo y el patriotismo.
En cuanto al largo trayecto para llegar hasta allá por el Corredor Sur Occidental, recientemente inaugurado, resultó un ejercicio de mucha paciencia, por la congestión vehicular, especialmente en los tres túneles, y el deprimente espectáculo de insubordinación de centenares de conductores que invadían la vía destinada solo a buses, ante la mirada permisiva de los policías durante todo el trayecto.