Causa indignación cuando nos enteramos que a las Fuerzas Armadas la están equipando con basura que nos llegó desde Venezuela como obsequio, esos aviones chatarra que graciosamente nos regaló Chávez. La revolución ciudadana que avanza ya no recibe limosnas, ahora compra “chatarra aérea” que estuvo embodegada después de 20 años de uso.
Cuando éramos pobres porque no teníamos un petróleo de cien dólares, nuestros gobernantes hacían grandes esfuerzos económicos para adquirir armamento de primera clase; en nuestro espacio aéreo volaban orgullosamente aviones ultra modernos.
Si en alguna ocasión llegaba chatarra, todos protestaban: los estudiantes salían a las calles, la Contraloría, los fiscales y los jueces aplicaban las leyes a los culpables, el Congreso llamaba a juicio político y pedía sanciones; ahora no pasa nada, todo queda en calma, la basura simplemente se sigue acumulando en nuestras FF.AA.