Desde hace pocos días vemos con satisfacción las estaciones de BICI-Q en ciertas esquinas quiteñas. Contamos por fin con un medio de transporte sano, barato y ecológico.
El proyecto es muy positivo, pero tiene un error en cuanto a seguridad vial, conociendo las riesgosas calles capitalinas: escasos usuarios utilizan casco. Este es implemento necesario para la integridad física y debería exigirse su uso obligatorio para entregar la BICI-Q.
Una solución sería alquilar cascos en las estaciones. Cierto es que ahí surge el problema de higiene (sudor), pero correspondería al responsable de estación esterilizar el casco después de su uso. O bien el usuario llevaría el suyo.
Lo importante es que el ciclista conduzca con la seguridad de que, en caso de accidente, no sufrirá heridas graves a la cabeza. En seguridad vial no se puede ser flexible: el casco debe ser obligatorio.