La Casa de la Conaie es un símbolo de experiencia y memoria de los pueblos indígenas. Hoy se ha vuelto vulnerable al embate de los intereses y a la manipulación del poder político, pero los hechos están más allá de lo que el gobierno quiere inducir en la opinión pública.
Por años ha sido el centro de acontecimientos cargados de sentido político, cultural, artístico. Eduardo Galeano en su visita al Ecuador pidió verla y le dedicó un bello relato incluido en su libro ‘Todos los fuegos, el fuego’.
Las series de fotografías que tiene la Conaie son testimonios y constatación de un mundo maravilloso que desgraciadamente con el rumbo del “progreso”, se va debilitando. Conscientes de la verdad política y rescate histórico que hace la Conaie, más de 500 personalidades del mundo entero han apoyado a la organización en el momento de crisis que está atravesando.
La Conaie, en esencia, no es una ONG sino un gobierno de los pueblos indígenas. Más de un estadista así lo ha reconocido, pero el presidente Correa está muy lejos de poder reconocer esta verdad y comete el error de censurar una clara práctica de libertad.