Es notorio el crecimiento sin control de Institutos Técnicos y Tecnológicos privados en el Distrito Metropolitano de Quito y en el país creando confusión y falsas expectativas en los jóvenes que año a año se gradúan como bachilleres y que por su situación económica no pueden acceder a la educación universitaria pública y/o privada, siendo captados por éstos institutos técnicos y tecnológicos que ofrecen títulos de tercer nivel en cuatro semestres, sin la formación académica y doctrinaria suficiente, compitiendo deslealmente con las universidades que ética y académicamente titulan profesionales de primera calidad en nueve o diez semestres de estudio y práctica pre profesional.
Los Institutos Técnicos y Tecnológicos fueron creados y autorizados por el Conesup para formar en el nivel operativo en cuatro o seis semestres a los bachilleres del país, lamentablemente la educación se ha convertido en una mercancía donde clanes familiares regentan estos centros con trato preferencial a familiares, otorgando cargos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta la formación o capacidad para desarrollar las tareas requeridas.
Esta es otra forma de corrupción y engaño, que requiere abrir una investigación profunda, evaluando presencialmente, como se realizó a las universidades, calificando su desempeño y calidad de formación a los bachilleres que, en apenas dos años, no completos, entregan títulos de tercer nivel, no es posible continuar utilizándolos con falsas promesas y engaños.