En las informaciones y noticias médicas abundan las exageraciones. Muchos de los mensajes de salud que difunden los medios de comunicación -y que luego se difunden por Internet- no se ajustan a los verdaderos hallazgos científicos. Los médicos podemos fácilmente detectar estos errores, pero a la ciudadanía en común le es difícil apreciarlos y suele dar por ciertas estas noticias médicas sesgadas y que adolecen de rigor científico y objetividad.
Si una ya antigua investigación médica identificó que el consumo habitual de carnes rojas en embutidos se asocia con un mayor riesgo de cáncer y se lee en un periódico o se ve en la TV que “las carnes rojas causan cáncer” estamos ante un flagrante caso de exageración. Confundir una simple correlación epidemiológica con una asociación causal es una de las formas habituales de exagerar.