Independiente del Valle, en apenas seis años de profesionalismo, se clasificó por primera vez en su historia a los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
Empató de visitante, sin anotaciones, con el afamado Colo Colo de Chile, sumó 11 puntos y se ubicó segundo en su grupo. Con un promedio ideal de 22 años de edad, los pupilos de Pablo Repetto se erigieron en los abanderados del fútbol ecuatoriano, a despecho de las decepcionantes actuaciones del tricampeón Emelec y del ‘Rey de copas’ Liga Deportiva Universitaria, prematuramente eliminados, a pesar de sus ostentosas nóminas. El Independiente del Valle, paladín de Sangolquí, “futuro campeón del Ecuador”, como reza su lema, tiene que consolidarse en nuestro fútbol con la conquista de un título máximo. Basta de seguir desmoronándose en las últimas fechas, como lamentablemente ha ocurrido en los dos o tres campeonatos nacionales.
El hecho de estar ubicado actualmente entre los 16 mejores equipos de fútbol de América es una clarinada de orgullo que debe mover a sus directivos, cuerpo técnico, jugadores e hinchas para obtener mejores lauros. La consigna debe ser conquistar el primer cetro ecuatoriano y llegar lo más lejos posible en el concierto sudamericano. Sin complejos ni miedos, de igual a igual, con méritos indiscutibles, Independiente de Sangolquí es el abanderado del fútbol ecuatoriano.