A veces las personas de tanto oír de algo, o de resistir tantas polémicas políticas, nos olvidamos que se hacen cosas grandes para nuestra ciudad.
He visto en algunos medios que han entrado al túnel del Metro de Quito que se trata de una obra grande, de proporciones comparables con la construcción del Ferrocarril iniciado por García Moreno y trabajado por Eloy Alfaro, a finales del siglo XIX y principios del XX.
Yo no he entrado al túnel, pero la otra noche pasé por el tramo de la Av. Gran Colombia que está cerrado para el tránsito vehicular por los trabajos del Metro.
Tuve que caminar por ahí para asistir a una maravillosa obra que está de estreno en el Teatro Capitol. Pues bien, al salir me detuve a ver como una máquina gigante saca la tierra y la pone en una volqueta.
En el caso del ferrocarril, que para la época fue una obra impresionante, ocasionó grandes cambios en la forma de vida de todo el país, al impactar positivamente no solo en la producción y el transporte de pasajeros, sino en la sociedad en general. Creo que el Metro de Quito hará lo mismo con los 2 y medio millones de ecuatorianos que viven en el Distrito.