El bloqueo de EE.UU. contra Cuba data de 1962 y es el más largo en la historia moderna. En 2014, Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y en el 2016, Obama visitó La Habana, después de 88 años desde la última visita de un presidente estadounidense a la isla.
Desde que Donald Trump asumió la presidencia, sus decisiones en torno a la política exterior han generado polémica. Algunas de las medidas más controversiales han sido: la propuesta de construir un muro en la frontera con México; la eliminación de la versión en español del portal web de la Casa Blanca; el retiro de EE.UU. del Acuerdo de París sobre cambio climático; y el paso atrás en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales con Cuba.
Trump busca obtener un “mejor acuerdo” implementando restricciones a los viajes y el comercio, lo que incluye una prohibición para hacer negocios con compañías afiliadas al ejército cubano. Con esto, no solo buscaría deshacer el legado de su antecesor, sino también cumplir con las promesas realizadas en campaña respecto a endurecer su política exterior con la isla, apelando a la importancia de promover la democracia, el respeto de los DD.HH. y las libertades políticas en Cuba.
Por su parte, la comunidad internacional ha expresado su rechazo a los cambios en la política de EE.UU., los mismos que reafirmarán la línea de resistencia que ha caracterizado a Cuba en estos años y que no han frenado los recientes avances para entablar un marco formal en las relaciones entre la Unión Europea y la perla del Caribe.