Escuchaba a un viejo analista político decir que el nuevo presidente debe tener la claridad de rodearse de gente nueva, de gente joven… insisto en que se equivocan en sus expresiones, porque rodearse de gente nueva, no debe ser indicativo que deba ser gente joven, sino que debemos ubicar a gente honesta.
Eso es lo que realmente necesitamos. Olvidamos que son gente joven los involucrados en los casos de hospitales e insumos médicos; olvidamos que el equipo de gobierno de los 14 últimos años de poder fueron principalmente gente nueva y joven, pero que dejaron en llagas la economía del país, excepto sus economías personales; olvidamos que son los jóvenes con sus fiestas y reuniones clandestinas quienes siguen avivando la propagación de la pandemia.
Por lo tanto, lo acertado sería decir que el nuevo presidente debe tener la claridad de rodearse de gente nueva, sea vieja o sea joven, con experiencia o claridad de pensamiento y principalmente con un historial diáfano de honestidad.