Los Estados han perdido la autoridad ante los asesinos, violadores, enfermos con problemas de salud mental y otros victimarios de mujeres de diferentes edades, víctimas de maltrato familiar, laboral, económico y otros.
Las cifras revelan que el Estado, la sociedad y la familia han perdido la batalla; la mujer que se ha convertido en un ser vulnerable ante la monstruosidad de la época, la violencia intrafamiliar. Marzo es el mes de la mujer, no hay nada que celebrar, solo hacer memoria de cuantas niñas, adolescentes, jóvenes y adultas han padecido por años abusos crueles y desgarradores en manos de hombres que en vez de protegerlas y darles amor les liquidan en vida. Muchas imploran morir.
Las víctimas también son los huérfanos que quedan y que el Estado, calla porque es un victimario de un sistema cruel y despiadado donde sus autoridades son cómplices y encubridores.
En esta fecha todos salen hablar y tomarse la foto re-victimizando a las víctimas; violando una vez más los derechos y garantías de las mujeres que fueron y son maltratadas; poco y nada les importa, solo requieren estadísticas para justificar sus puestos en el Estado.
El Estado debe cambiar su política pública de atención a la mujer desde la concepción para construir una familia, sociedad y país sano, no podemos tener a una mujer en estado de dolor de por vida; el Estado debe sacar a sus mujeres del estado donde las tiene, y darles un buen vivir. Allí podremos celebrar.