Después de once días de manifestaciones, personas fallecidas, lastimadas, vías destruidas, enfrentamientos, y ante esto, un problema que no inició con la implementación de nuevas medidas económicas, sino que ha vivido, y se enfatizó en el transcurso de la semana y media pasada: el vandalismo.
Los vándalos autodenominados “manifestantes”, vieron una oportunidad para delinquir, excusándose en estar en contra de la eliminación del subsidio que supuestamente afirman afecta al pueblo ecuatoriano, sin tomar importancia a los actos ilícitos que ellos realizaron, sin darse cuenta, de acción grotesca y oportunista.