Qué linda Ley. Debe habérsela ocurrido a alguien con un cerebro privilegiado, con una inteligencia poco común, No se explica de otra manera tan brillante y oportuna idea. ¿Es que con esa ley en vigencia, se imaginan cuántos días de vacaciones vamos a tener los ecuatorianos? ¿Saben cuánto tiempo vamos a permanecer disfrutando del ocio y la tranquilidad?
Creo que son 9 o 10 los feriados, sin contar los de cada ciudad, durante los cuales podremos desplazarnos a maravillosos centros turísticos, que tratan a los visitantes como si fueran de la familia. Genial.
¿Ahora lo que hay que pensar es: de dónde vamos a sacar tanto dinero para los viajes, considerando que son casi uno al mes? ¿Habrá bolsillo que aguante? Claro que los fanáticos dirán que no es para ir todos los feriados de viaje, no, sólo a los que puedan. Entonces, ¿para qué diablos poner tantos feriados? Entonces, ¿cómo va a reflotar el turismo si no puedes viajar a todos, por la situación económica? No les entiendo.
Pero eso no es lo peor. Más grave me parece ¿cómo se van a explicar en los establecimientos educativos lo que significan las fechas cívicas? (Al diablo el civismo, lo dije antes). Por ejemplo: en 2017, Año Nuevo cae domingo. ¿Cómo se explica la vacación del lunes? ¿Cuál es la razón? 24 de Mayo cae miércoles. ¿Qué explicación se da para vacacionar el viernes? ¿Quién explica coherentemente la razón de que el 11 de agosto es vacación porque el 10, que se trabaja, es la Independencia?
Y hay más. Pero con los ejemplos basta y sobra. En resumen, más vale la plata que ganarán los que ofertan turismo que la educación de la niñez y juventud. Sólo falta que Domingo de Ramos pase al lunes y que Taita Cura vea qué hace.