Según información de prensa, estarían por posesionarse los cinco nuevos parlamentarios ecuatorianos, en representación de cuatro tiendas políticas: UNES, ID, PSC y Pachakutik; de los cuales cuatro serían abogados.
A más de las observaciones formuladas por la Contraloría General en razón de la informalidad con la que funciona, según se destaca en la publicación de EL COMERCIO del 3 de mayo, al ni siquiera reunirse “en la sede nacional”, al menos tres veces al mes y cobrar los sueldos respectivos, hay que recordar que dichas representaciones antes no tenían remuneración, por “el honor de servir al país” que les nombra.
Pero cuales son las funciones de tal cuerpo colegiado: promocionar el proceso de integración; examinar su marcha; evaluar el cumplimiento de sus objetivos; y, principalmente, buscar la armonización de las legislaciones de los países miembros en educación, cultura, ciencia y tecnología de la información. Adicionalmente, buscar la participación ciudadana en los campos señalados; fortalecer las economías nacionales mediante el libre comercio.
Sobre lo señalado, nada o muy poco se ha hecho, tanto que algunos países, principalmente Colombia, desde el 2 013, creen que lo mejor que se puede hacer es cerrarlo definitivamente, mientras las resoluciones que tome no sean de “aplicación obligatoria” en los países miembros, mediante la “armonización de sus legislaciones”, de lo contrario lo que resuelva no es más que “un saludo caro a la bandera”.