Los revolucionarios se han reciclado una y otra vez y durante diez años hemos tenido que soportarlos desempeñando diferentes cargos sin el conocimiento apropiado de las tareas que cumplen las instituciones que presiden; tal es el caso de los ministros de defensa que se han prestado para que el señor Correa imponga su voluntad en las FF.AA. por sobre la Constitución y las leyes que rigen en la noble institución. El señor Correa no solo ha destruido la seguridad social de las FF.AA. sino que ha llamado a la sublevación dentro de los cuarteles, socavando la disciplina que es la base de un cuerpo armado; también ha relevado los mandos a su antojo, sin respetar su estabilidad. Los militares en servicio pasivo hemos sido tratados de fascistas por defender a nuestra institución; le recuerdo al señor Correa que el fascismo se da en un régimen político totalitario.
Al término de su mandato le exigimos que deje de manipular a las FF.AA. y en su lugar informe al pueblo ecuatoriano sobre la capacidad operativa actual de las FF.AA., tanto en preparación como en armamento. Los viejos militares vemos con preocupación los mismos tanques, los mismos cañones, los mismos buques, los mismos submarinos; en la Fuerza Aérea no vemos casi nada; en concreto, vemos menos de lo que teníamos en la partidocracia.