Han salido a flote actividades de la delincuencia organizada que están lastimando a nuestro país. La más hiriente es aquella que involucra a personal de FF.AA. en la entrega de munición a narcotraficantes. Esta realidad es muy dolorosa, pues, compromete a una de las instituciones más apreciadas por nuestra sociedad, por nuestro pueblo. Una muestra de aquello, es la presencia voluntaria de la juventud para el Servicio Militar. Siempre el número de voluntarios ha excedido el número de plazas disponibles.
Nuestras FF.AA., creo que de acuerdo a sus capacidades han cumplido con su deber. Si hacemos memoria de los 3 últimos enfrentamientos en defensa de nuestra soberanía, el del año 41 no logró su objetivo debido a la falta de decisión política, a la falta de material bélico indispensable para que nuestros soldados cumplieran con su deber, y a la presión externa que obligó a firmar el Protocolo de Río de Janeiro. Pero, en los siguientes enfrentamientos, cuando ya contábamos con material bélico adecuado, militarmente en el campo de batalla fuimos vencedores, demostrando así, que los ecuatorianos éramos y somos capaces de cumplir con nuestro deber, que cualquier falla se debió a la falta de liderazgo político. Así mismo se demostró que, FF.AA. no significan un gasto, sino una inversión, para garantizar nuestra soberanía.
Durante los 10 años anteriores se puso en marcha un plan para desaparecer FF.AA.. Se ha tratado de disminuir su liderazgo, su influencia moral en nuestra juventud.
Si no cumplimos con nuestro deber de ecuatorianos, especialmente las autoridades de cuidar a la Institución que a la vez es la encargada de garantizar nuestra soberanía, el Ecuador cada día irá navegando en un rumbo incierto que nos llevará a un verdadero caos. Este no es un precepto pesimista sino realista.