Los pueblos tienen historias triunfales que todos conocen. Pero existen detalles que no se difunden por la pesadumbre, molestia o desasosiego que producen en la figura de los idolatrados, a veces dignos, otros casi risibles. Tratamientos especiales ha recibido el premier de la literatura ecuatoriana, con sapiencia comprobada, alteró el orden de su familia al dejarlos morir de hambre, mientras era la compañía de una condesa de alta sociedad; hechos relatados en sus cartas sentimentales que reposan en un museo. Otro hecho es el dudoso escriba de la típica canción que ya se imaginan, hay quienes decían que escucharon la letra, en una cantina tungurahuense, mucho antes de lo dicho oficialmente y compuesta por una persona totalmente diferente. Podría enumerar varios, pero estos son los más destacables, a veces se ignoran por el orgullo de las comunidades.