La soberanía se obtiene cuando el individuo o grupo tienen independencia, libertad y autonomía en todos sus actos, lo contrario sería sumisión. En cambio los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen étnico, color, religión, lengua u otra condición.
Las declaraciones de nuestras autoridades, en referencia a la actitud del gobierno de Venezuela en su política que atenta contra los derechos humanos, habla de no intervención. A pesar de que los estados, a través de los derechos universales, asumen obligaciones y deberes de respetar, proteger y realizar los derechos humanos, esto significa que los países deben adoptar medidas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.
La falta de derechos humanos representados en la atención médica, medicinas, alimentos, protección de la vida, abrigo e impunidad, son condiciones conocidas por todos que ocasionan el éxodo de venezolanos a nuestros países, alterando nuestras condiciones de vida, debido a la falta de capacidad para atenderles en sus necesidades básicas. Urge como primer paso buscar fuentes entre países amigos para aliviar este éxodo masivo y cómo segundo paso, buscar medios idóneos para que las condiciones de vida en Venezuela cambien. Algo que no se logrará con la indiferencia de la no intervención.