De los 12 meses del año, enero es el mes que más pereza presenta. Quito, luego de los festejos de diciembre, Navidad y año nuevo, empieza a desperezarse lentamente…Nadie tiene plata, salvo los pícaros que amasaron fortunas, luego de los gastos decembrinos.
Hay que comenzar de cero. Poco a poco, se retoma la rutina. Las deudas se acumulan y los morosos apelan a mil pretextos para no pagar. Habrá que tener paciencia. Enero es larguísimo. Dura una eternidad, más o menos lo que aguanta un matrimonio inconveniente y mal avenido…