Lastimosamente nos encontramos en una crisis que está siendo manejada de la manera más ecuatoriana posible es decir “al día a día”, donde las redes sociales no tienen un indicador claro de si están informando o desinformando, desviando nuestra brújula moral; haciendo que la incertidumbre sea el pan de cada día.
Podemos decir que el pueblo está en un punto de inflexión, estamos en año de elecciones donde solo se ha podido ver algo que en este país se ha visto a lo largo de los años: corrupción, falta de previsión para catástrofes y negligencia con el pueblo ecuatoriano. Si algo podemos destacar es la unión de este pueblo que quiere salir de esta crisis y es algo digno de resaltar, la pregunta es ¿están listos los futuros políticos para asumir la crisis que tenemos o solo es una lucha de intereses personales como se ha visto en los últimos años?
El tiempo será el verdugo de este punto y esperemos los mejores augurios para nuestro país porque de ser así volveremos al mismo ciclo vicioso que sale de esta frase “El poder siempre es peligroso atrae a los peores y corrompe a los mejores”.