El Ecuador requiere de políticos honestos y éticos, donde su principal función de trabajo es servir al pueblo y a su ciudad natal donde fueron elegidos democráticamente, generando una mejor calidad de vida en los ciudadanos, propiciando un trabajo digno y decente, sin ser víctimas del asalto y la agresión. Los líderes políticos deben ser responsables en su ejercicio de convicción moral, para esto se requiere de un alto nivel de preparación en temas legislativos y de administración pública, impulsando leyes y ordenanzas que garanticen a la sociedad vivir civilizadamente.
Ya lo dijo una vez el filósofo y pensador prusiano Immanuel Kant “un pueblo educado es un pueblo libre”, con esta frase célebre, quiere decir que solamente con una buena educación en valores y principios, mantendremos una vida más justa y equitativa entre las personas.
La política tiene que ser entendida como una ciencia y una disciplina, y la principal función de quienes ejercen el poder es servir al pueblo en todos los ámbitos económicos, sociales, tecnológicos y culturales.