Ni deuda que no se pague, así dice un popular dicho.
Los docentes re categorizados desde el 2018, antes de la pandemia, hemos venido esperando con paciencia que el Gobierno nacional cumpla con un derecho que nos otorga el trabajo, la experiencia, la capacitación permanente y sobre todo la entrega incondicional y absoluta a la educación de nuestros estudiantes, hemos vencido las dificultades y estamos impartiendo las clases virtuales sincrónicas y asincrónicas como el tiempo actual lo determina, ocupando nuestro tiempo fuera de horario, nuestros recursos aunque limitados y realizando contención emocional a padres y alumnos.
Ahora es el momento ya de que cumplan con lo adeudado, es momento que hagan realidad la re categorización y no sólo exigir a los docentes también cumplir las obligaciones pendientes.