La patrona de Portoviejo

La Santísima Virgen de la Merced, fue traída a Portoviejo en 1834 por los padres Mercedarios desde Italia, desde entonces, los 24 de septiembre se celebra el día de la patrona. Este año no fue para menos, con paso lento pero seguros de su fe, muchos feligreses se aglomeraron en la Iglesia que lleva su nombre para comenzar la procesión y venerarla con cánticos y oraciones.

Muchos milagros se le atribuye a la Virgen, ella es la madre de Jesús de Nazaret, que concibió a su hijo por obra y gracia del espíritu santo, por ello muchos devotos le tienen fe, y la aman como la madre celestial.

Cada persona que tiene a la Virgen en sus oraciones experimenta un amor infinito, el coro de una canción católica menciona; ¡viva la fe, viva la esperanza y viva el amor!, estrofa que suena como un armónica canción cuando se canta de forma grata hacia la madre de Jesús.

En el día de su procesión, se podía apreciar en el altar de la Virgen de la Merced un centenar de personas que hacían filas para poder tocar su vestimenta y tomarse una foto con ella. En la Santa Eucaristía de la misa pasaba lo mismo, personas que no llegaron a tener un lugar cómodo en un asiento, se quedaban de pie hasta que el cura diera la santa bendición, no fue un pesar para los devotos porque su fe en ese momento era más fuerte que cualquier cosa.

El diccionario de la Real Academia Española define a la palabra fe como creencia o confianza, y es esa misma creencia que no se debe tomar como algo pasajero, momentáneo, esa rectitud se cultiva dentro de nuestros corazones, y no importa las celebraciones, ni fiestas, ni fechas especiales, lo importante es hacerlo cotidiano, día a día en nuestro hogar o lugar de trabajo.

La patrona de Portoviejo tomó como centro de devoción a la capital de los manabitas, y esto ha sido así durante siglos, los devotos debemos seguir año tras año honrando tan noble causa, ayudando de alguna manera a los que más necesitan, y respetando el centro de oración donde alberga la humilde morada de la Virgen, templo afectado por el terremoto, y que necesita la colaboración de todos nosotros, ¡viva la Virgen de la Merced!  

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