La participación de la mujer en la filas del Ejército Ecuatoriano ha ido incrementándose con el pasar de los años. En los actuales momentos la mujer es un eje vital en la gestión institucional, logrando un rol preponderante en el cual su condición de género no ha sido obstáculo para ejercer funciones y actividades antes solo destinadas para los hombres.
A manera de ejemplo: en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, donde se forman los futuros oficiales del Ejército, de 465 cadetes, 54 son mujeres, de las cuales 10 se encuentran en el último año y están próximas a graduarse; de ellas 4 como oficiales de arma y 6 de servicios. De igual forma, en la Escuela de Formación de Soldados Vencedores del Cenepa, ubicada en Ambato, donde se forma el personal de tropa, de los 90 aspirantes especialistas (quienes antes de ingresar al Ejército ya ostentaban un título profesional), 40 son mujeres.
Hoy, el rol de la mujer en la institución militar es importante; existen al momento 565 mujeres entre oficiales y personal de tropa. También, se debe relievar que la colaboración femenina se encuentra en los distintos ámbitos de la gestión y niveles de mando, como instructoras, médicas, veterinarias, comunicadoras, abogadas, diseñadoras gráficas, en fin, en muchas labores que demuestran su gran aporte y profesionalismo. Además, es trascendental resaltar que con el pasar del tiempo, las oficiales de arma y servicios, llegarán a convertirse en comandantes en las distintas unidades del país, como también acceder a los grados más altos, como el de ser generales de la república. El Ejército es un institución incluyente, en la cual la participación de la mujer es estratégica, para ello se ha ido adecuando progresivamente las instalaciones en las distintas unidades militares para que valiosas oficiales y voluntarios dispongan, acorde a su género, de todas las facilidades para su desarrollo y en las mejores condiciones laborables posibles.