Dicen que soy fea… todos huyen de mí, no les gusta mi presencia, les estorba mi compañía… no, no hablo de mí como persona, aunque quizá muchos pensaron que sí… hablo de la pobreza, esa que nadie ama y que a todos nos parece fea…
Camino por las calles y la miro en las manos temblorosas y maltratadas de aquel anciano que con la mirada tierna y una voz leve pide que le compren sus fundas de basura, en los ojos hinchados por las lágrimas de la madre que lleva cargado a su tierno niño mientras suplica le regalen una moneda para poner algo de comida en sus bocas, en el clamor desgarrador del padre que implora una oportunidad para poder proveer alimento en la mesa de su hogar … ¡miro con dolor, a la fea pobreza ¡y la repudio por haberse encariñado con mi gente!
Es momento de hacer vaca y juntar nuestras “monedas” de valentía, solo juntos podremos reunir lo necesario para una cirugía… y así cambiar nuestras vidas, necesitamos monedas de empatía, dignidad, solidaridad, honradez, justicia, humildad… solo así podremos reunir lo suficiente para cambiar la cara de aquella fea… y transformarla en hermosa realidad, una con oportunidades y a la que todos quieran conquistar…
La pobreza es fea, pero no es eterna… La podemos cambiar, la cirugía es costosa… y la recuperación, dolorosa… por eso es necesario que juntos nos demos valor y apoyemos a la causa…se unen?