Los debates presidenciales, que en número de tres y con seis jornadas televisivas, fueron un excelente esfuerzo de la prensa nacional (como EL COMERCIO), sectores productivos y universitarios de Guayaquil, y el Consejo Electoral, por aportar a conocer mejor a los candidatos presidenciales.
Sin embargo del gran esfuerzo y las largas jornadas de hasta 14 horas de duración, las respuestas de una mayoría de candidatos a los temas propuestos fueron algo vagas y ellos mismo rehuían el debate. Hay que reconocer que, pese al tiempo asignado, con tanto candidato no se puede profundizar en cada tema de los elegidos. Con 16 candidatos es una ‘misión imposible’.
Se trató el tema de la salud, la pandemia, la economía, el desempleo y la corrupción, apenas en el primer debate de EL COMERCIO transmitido por un canal los candidatos se refirieron a seguridad.
En el debate oficial se tocaron varios temas como alguno de política internacional, comercio exterior, mujeres y derechos, pero el tiempo no dio para más. Medio ambiente y educación quedaron en mínimas preguntas.
El conocimiento de las ideas de los candidatos presidenciales debería ser expuesto en entrevistas individuales y en horarios estelares por los distintos canales de TV, que se dedican a las novelas, los realities shows y que, al menos por estos días, tendrían que destinar espacios amplios como un aporte cívico. Las radios hacen su esfuerzo y reparten los espacios de entrevistas pero en el horario matutino y la televisión debiera hacerlo en la noche para que todos los ciudadanos vayan a votar informados.
Con periodistas críticos, como siempre se destacaban en este tipo de espacios, que ahora son mínimos y están programados o por la mañana de domingo o muy tarde en la noche, los aspirantes al sillón de Carondelet no tendrían escapatoria y los ciudadanos sabríamos quién está más preparado, quién tiene formación y discurso de estadista y quién no sabe responder casi nada o falta a la verdad y no merece nuestro voto.
Todavía tienen un par de semanas para que los medios audiovisuales hagan un aporte cívico y los ecuatorianos elijan al mejor y desechen las ofertas populistas y demagógicas.