Nuestros antepasados solían decir cuando uno cometía un error contrario con la ley y normas establecidas, pareces “cura ranclado”, es decir aquel personaje que no respeta sus hábitos y promesas. Este es el caso del cura que ocupa la presidencia en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, todo un personaje, no por cumplir con sus deberes sino por ser contrario a todo tipo de cumplimiento con normas y leyes. Se parece, por sus actuaciones, a un expresidente de triste recordación.
¿Pero porque se da esta situación?, porque en este país vivimos en tierra de nadie, no respetamos las normas, las leyes, los jueces actúan con resoluciones que les salen del “sombrero”. Irrespetan a las máximas autoridades, como es la Asamblea Nacional, este organismo ha perdido toda autoridad, y desde cierto punto, es lógico, pues está conformado, desde su cabeza, por ciudadanos, que se dedican a cumplir políticamente y no para lo que fueron electos, es decir fiscalizar y elaborar leyes, ellos están en otra fiesta. No tienen conocimiento de nada, verbigracia el trámite de juicio a la señora Espinosa, ex Canciller. Ojalá que las cosas sean favorables en el caso del “cura ranclado”, y que sea expulsado de su cargo.