El combate a la corrupción
Motivado por la caricatura que publica EL COMERCIO en su edición del 22 de febrero respecto a la lucha contra la deshonestidad del pasado Gobierno y que lleva el título de “Mucho cirujano y poco bisturí”, vale recordar la cantidad de proyectos que se encontrarían en trámite en la Asamblea Nacional, varios de los cuales estarían virtualmente empantanados por diferencias políticas y de criterio entre las unidades administrativas que deben tramitarlas. Ahí están la Ley de Recuperación de Capitales, la Ley de Lucha contra la Corrupción y la serie de reformas planteadas desde 2 008 por ex –fiscales y ex –funcionarios de la propia Asamblea sobre la extinción de dominio de las propiedades mal habidas; esto es, de las que provengan, directa o indirectamente, de actividades ilegales, ninguna de las cuales hasta el momento se las pone en vigencia, pese a ser una exigencia prioritaria de la ciudadanía, que pide más iniciativas y celeridad en las investigaciones y menos comisiones y dependencias dedicadas a lo mismo.
Esta “pereza” burocrática o desacuerdo administrativo, es el arma más utilizada por los correístas que insisten que mientras no se descubran tales recursos, todos son perseguidos políticos porque nada se habría probado en su contra.