Me refiero al artículo, que con el mismo título publica EL COMERCIO el 17 del presente mes, en el cual su autor el Sr. Francisco Rosales Ramos, aborda con conocimiento y profesionalismo el tema de la liquidación de la empresa pública Enfarma, otra novelería del correísmo que ocasionó problemas y pérdidas al Estado por los altos costos y ningún resultado; por lo que este gobierno dispuso su liquidación el 26 de junio del 2016, es decir ya son más de tres años y no se liquida. Aquí viene lo de Ripley, se inventaron un artificio administrativo para dilatar este proceso y seguir gozando de las canonjías de la burocracia, elaboraron un “Estatuto Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos para el Proceso de Liquidación”. No quiero repetir todo el contenido del artículo -recomiendo lo lean-; este documento incluye una estructura orgánica compuesta, además del directorio, la liquidadora y asesores, por once gerencias y jefaturas. La pregunta obvia, están liquidando o creando la empresa? ¿Quien hizo este documento? ¿cuánto se pagó por su elaboración? Ahora me explico por qué no se liquidan esas empresas públicas improductivas, que se comen el presupuesto del Estado; ahora me explico por qué demoran tanto tiempo en unificar Petroproducción y Petroecuador. Por qué no aplicaron las normas y procedimientos que establece la Ley de Compañías para la liquidación de empresas privadas, desde luego considerando las particularidades pertinentes.