La incertidumbre crece, el bienestar desaparece y solo la corrupción llena las noticias del país. Es decepcionante constatar como nuestra sociedad en general ha ido declinando en el tiempo.
La esperanza de tiempos mejores no debe desaparecer, pero, viendo el panorama político que se aproxima el optimismo se reduce. Se hace imperativo obligar a que los candidatos a la Presidencia presenten un Plan de Gobierno conforme lo dispone la respectiva Ley, para así constatar la existencia de posibilidades de mejorar la situación del país. El Plan debe estar basado en posibilidades reales y no en ofrecimientos. En objetivos alcanzables y no en falsas y doradas esperanzas.
El Ecuador es un país privilegiado, lo tiene todo, sólo depende de nuestras capacidades y esfuerzo para conseguir lo más necesario para seguir adelante.
Esto es, nuestro futuro sólo depende de nosotros mismos. Pero, para ello es indispensable que reunamos ciertos requisitos para prepararnos y convertirnos en competidores y vencedores, para así lograr que nuestras ideas y nuestros productos sean apetecidos por los demás a nivel mundial. Para ello necesitamos crecer en nuestro índice de inteligencia y para ello requerimos una alimentación nutritiva y una educación acorde al desarrollo de la tecnología y, para ello necesitamos que los padres de familia inculquen y enseñen con el ejemplo los buenos modales derivados de los valores morales, éticos y cívicos que los debe caracterizar. Para que ésta formación trascienda necesitamos buenos y preparados profesores en todos los niveles , para asegurar que nuestra descendencia vaya día a día mejorando acorde al desarrollo universal y la única forma es con un buen plan de Gobierno a largo plazo.