La cobardía atada a la época
Con el pasar de los años, algunas personas comienzan a perder el miedo, otras a agarrarlo tan fuerte que ya no logran soltarlo.
Espero que seas de las primeras, porque con el paso del tiempo deberíamos de querer vivir más, sin tener que limitarnos, sin hacer que nuestra mente piense tanto.
Tenemos alma, mente y espíritu, tres cosas de las que no nos percatamos.
No siempre tenemos agallas, a menudo perdemos la fuerza, y si me pongo a hablar del amor, ¿a qué no saldrías perdiendo?
Porque el ser humano ama con tanta intensidad, pero irónicamente decide no expresarlo. ¿Por qué? por miedo.
Claro… el miedo a decirle a alguien que lo amas, que la amas.
Estamos tan recargados de ese amor que implota, que nos terminamos asustando.
Nos guardamos las palabras, los sentimientos, nos guardamos a nosotros mismos, y terminamos por guardar al otro, a esconderlo, por miedo a sacarlo.