En la edición de EL COMERCIO del 24 de febrero de 2016, en la Sección Quito, se publicó la noticia de que “Carlos Freile tiene su calle pese a la hoguera bárbara”. Es mi intención, a través de esta carta, hacer una precisión al respecto en honor a la historia y a la memoria de Carlos Freile Zaldumbide.
Si bien es cierto que mediante un proceso legal, en julio de 1916, se determinaron graves presunciones en su contra por ser el Encargado del Poder Ejecutivo y debía salvaguardar la seguridad de los detenidos durante los sucesos de Quito de 1912 que terminaron con la trágica muerte de Eloy Alfaro y varios de sus seguidores, en 1919 una comisión del Senado conformada por integrantes de distintas tendencias analizó la responsabilidad de Carlos Freile Z. y de algunos de sus ministros. Entonces, llegaron a la conclusión de que no había lugar para responsabilizarlos y fueron absueltos, como consta en el Acta de la Sesión Ordinaria del Senado del 23 de octubre de 1919. Considero importante hacer esta precisión, basada en fuentes oficiales, para no confundir a los lectores de este prestigioso Diario sobre uno de los episodios más terribles de la historia de nuestro país.