¡Viva la Justicia!

Cuando éramos guambras, es decir niños o adolescentes, solíamos decir: “bien hechito” (bienechito), cuando éramos castigados por algún acto contrario a lo normal.

Frase que se adapta, de manera acertada, por lo acontecido con el caso Odebrecht, tenían que pagar, con el máximo castigo, quienes fueron “coimeados”, por favores recibidos, por esta empresa.

Qué difícil es comparar con lo que sucede con los señores jubilados, quienes después de 40 años de servir al país, y lo digo en el caso personal, lo hemos servido, sin obtener a cambio absolutamente nada, salvo un sueldo, y no cruzaba por nuestra mente el deseo de cobrar por prestar nuestros servicios, definitivamente somos otra casta.

Estoy hace un año jubilado, me han ofrecido cumplir con lo que dice el Art. 129 de la Ley de Servicio Publico, LOSEP, referente a la bonificación que deben pagar a los servidores públicos por sus labores cumplidas.

Comparo esta situación, pues, resulta que obtener recursos de la noche a la mañana es la cosa más simple, basta investigar, conozco casos de quienes entraron a laborar, con la una mano atrás y la otra delante” y salieron millonarios, desde luego, no todos. En cambio existen servidores públicos que entraron pobres y salieron como entraron.

Señor Moreno, señor Fiscal General, bien hecho, ir hasta las últimas consecuencias en casos de corrupción.

En un país, como el nuestro, pequeño territorialmente, es fácil saber quién ha sacado provecho de los puestos ocupados, basta analizar el origen del patrimonio, no es posible que en pocos años se conviertan en millonarios y otros en 40 años de labores, reclamen USD 40 000 como bonificación.

Presidente: atienda el pedido de este importante grupo de trabajadores y castigue a estos malhechores de corbata y perfume francés.

Tiene el respaldo de 14 millones de habitantes, actúen sin miedo, el pasado es historia hoy es un nuevo Ecuador. Si es posible saldremos a las calles a respaldar todo hecho que castigue a los corruptos.  

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