Como ocurre en todo, también este gobierno de la “revolución ciudadana” pasará; y entonces, la ciudadanía tendrá la oportunidad de comprobar hasta la saciedad, lo nefasto que fue para los reales y verdaderos intereses del estado y del pueblo ecuatoriano.
Que pase y termine pronto este régimen, es el deseo ferviente, que, prácticamente, la inmensa mayoría ciudadana abriga. En las semanas que restan de la campaña electoral, no hay que dejarse agobiar por la desesperanza ni por la desazón; sino que, más bien, los ciudadanos deberían mantener una actitud de esperanza y optimismo, porque ya pronto vendrán días mejores para la patria; pero, naturalmente, eso ocurrirá con un gobierno diferente al actual