Indignación e impotencia siente la ciudadanía frente a los atropellos de delincuentes que operan en los exteriores de las dependencias de revisión y matriculación vehicular de La Florida. El automotor llega en perfectas condiciones y cumpliendo todos los requisitos exigidos. No obstante, el momento de ingresar, se te acerca un tipo y te conmina a que te orilles so pretexto de que un foco no te funciona; te sorprendes en inicio y luego dudas, insiste el malandro y con mucha habilidad te obliga a parar, luego te invita a ingresar a una mecánica para arreglar el dizque desperfecto y comienza el suplicio, salen unos seis remedos de mecánicos y como por arte de magia partes del sistema eléctrico (en especial faros, neblineros, fusibles, y otros) dejan de funcionar, ante lo cual con velocidad pasmosa te sacan tus accesorios y aparentemente te cambian por unos nuevos, que sacan de unos envases igualmente aparentemente nuevos.
Los integrantes de la banda merodean el vehículo y siguen encontrando desperfectos inexistentes. El que supongo dueño de la mecánica se hace de la vista gorda y socapa el asalto. Seguidamente el cabecilla saca una cuenta de los repuestos cambiados, te dice que no te preocupes que adentro está el contacto que te hace superar la revisión. Pero el asunto no queda ahí, el asalto me costaba USD 75, que debía pagar inmediatamente, para lo cual te avisan -si no tienes efectivo-, dónde está el cajero automático. Indignado e impotente, decido no pagar, ante lo cual me exigen una credencial, la cual es entregada para poder continuar con la gestión. En el Centro de Revisión comunico el particular, y es ahí donde me conminan a que llame a la Policía, la cual en no más de diez minutos se hace presente y luego de terminada la revisión, me escoltan hasta salir del embrollo y uno de los policías retira la credencial, la cual es entregada por el dueño de la mecánica. Es imperiosa la intervención de las autoridades, que deben cortar de raíz estas organizaciones delincuenciales.