Aquí todo pasa y nada pasa…

Que siga promocionando el Vicepresidente en el mundo que la crisis de octubre fue por el alza de los combustibles simplemente es una ingenuidad por decir lo menos, no le intuye exigir reportes del estatus socio económico del Ecuador.

Me adelanto con pocos datos estadísticos ya procesados y confiables, el resto de la tarea le corresponde a él. La obesidad del Estado consume casi el 40% del PIB algo menos que Venezuela, los recursos se bancariza el 25% que confirman la mínima confianza, restricción del crédito quedando pocos recursos para dinamizar la economía, la inversión extranjera es insignificante, el mercado de valores está más muerto que agónico, la percepción de una educación deficiente supera el 50%, la concentración del 90% de la riqueza está en el 14% de la población y analizar la tradición de la tierra ‘para llorar’. Este diagnóstico pobre se agrava por la incapacidad de las fuerzas políticas para trabajar mancomunadamente, los de elección popular con un déficit marcado de preparación, ineficiente e ineficaz.

El Ecuador se incendió, la pobreza se incrementa y el derrumbe se mantiene. A los líderes no se les ocurre sugerir cambiar de chip en la supuesta cirugía mayor y que pidan que por Dios ¨ paren de robar¨, que educar y programar son las herramientas indispensables para progresar, caso contrario allí tienen la respuesta, resentimiento social, revanchismo, coraje y desesperanza, América Latina está acorralada en un proyecto político liderada por esa jorga del socialismo del siglo XXI.

Soñar no cuesta nada, tomar decisiones trascendentales es de valientes, no es para demagogos pero no se olviden que los caudillos y los ladrones generalmente regresan.  

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