Cartas al Director / 27 de mayo de 2022

“ESTADO FALLIDO”

Carlos Eduardo Bustamante Salvador

Han transcurrido 365 días de la asunción al poder del señor Guillermo Lasso Mendoza como Presidente Constitucional de la República del Ecuador, el mismo que llega al poder luego de diez años de intento, con conocimiento de la problemática nacional en temas como económico, seguridad, salud, educación, seguridad social, vivienda, rehabilitación social, entre otros. Etimológicamente el Estado es una comunidad social con una organización política, territorio y órganos de gobierno soberanos e independientes. En tanto, se denomina Estado fallido a aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento o los servicios básicos fundamentales a la población, es decir, sufre un vacío de poder con una  institucionalidad frágil e inseguridad jurídica, disputando su legitimidad. 

Las características esenciales de un Estado fallido, entre otras más, son: a) Incapacidad para atender a la población y personas privadas de la libertad en seguridad integral, así como atender a la población que se encuentra en condiciones graves de pobreza; b) Ausencia de institucionalidad en la solución de las controversias con las otras funciones del Estado y fortalecimiento jurídico que garantice la seguridad jurídica con estricta sujeción al Estado de Derecho; c) Deficiente control de mafias, grupos organizados que operan en contubernio con ciertos poderes del Estado en actividades ilícitas fortaleciendo la corrupción; d) Falta de atención y provisión de insumos médicos y medicación a la seguridad social y hospitales públicos; e) Manejo desastroso de los mal denominados centros de rehabilitación social, denotando que los servicios de inteligencia y de atención a los privados de libertad son deficientes.

Las atribuciones y deberes del Presidente están determinadas en el artículo 147 de la Constitución de la República del 2008, especialmente en los temas de mantenimiento del orden interno, seguridad pública, definición de políticas públicas que permitan erradicar la pobreza, garantizando salud, educación y sobre todo una cultura de paz y seguridad.   

COMENTARIO

Bolívar Brito Santos

Parafraseando frases parecidas, diría que el presidente Lasso se rige por la máxima de que “Gobernar es viajar” si nos atenemos al hecho de los sin números periplos que ha realizado al exterior, unos importantes y otros no tanto, lo que ha requerido por parte del Estado una movilización de recursos humanos y materiales, que a lo mejor no estaban presupuestados para mover el pesado aparataje presidencial y de las comitivas oficiales con generosos viáticos e invitados, a costa del Estado de lo que no se rinden cuentas, seguramente por considerar innecesario. El Ecuador mantiene al nivel del mundo una frondosa diplomacia, con diplomáticos de larga experiencia y versación por lo que, asuntos de política exterior deben ser tratados a ese nivel, sin que sea menester que el mismísimo presidente tenga que asistir en persona a todo evento de interés para la nación; ahora mismo, vemos que el control gubernamental se le está yendo de las manos por lo que es preciso que “siente cabeza” y se dedique a enfrentar los álgidos problemas propios de un Jefe de Estado.  

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