El liderazgo presidencial
Eduardo E. Jiménez
En pleno estado de excepción, que la Asamblea conmine al Jefe de Estado con el fin de que informe minuciosamente y ¿con qué fin? El fin protervo es politiquero por la sencilla razón que no es lógico que en pleno estado de sitio, que nos tiene la delincuencia que cubre los espacios barriales más vulnerables de las ciudades satélites del Ecuador, cómo podemos concebir que cuando los militares están en las calle rondando y garantizando la seguridad, a la vez existan asambleístas que intentan lidiar y gestionar un juicio político a un mandatario que dirige la Función Ejecutiva con fines éticos, que intentan aminorar el acabose que nos ha llevado las mafias de la droga en el país, especialmente en Santa Elena y Manabí.
Porque el liderazgo del actual Mandatario debe fortalecerse políticamente, porque será la única manera que las decisiones que tome logren erradicar la inseguridad tan mermada en los últimos meses en especial en ciudades costeras como en Santa Elena, donde pululan los mafiosos adictos que menoscaban la buena imagen de las playas dejando al paso su ansia de maniobrar la venta de drogas y el incremento de sus arcas con el fin de hipotecar la vida de jóvenes que se les impide un futuro mejor, tan solo por desorientarles con el consumo de drogas ilegales, que obstaculizan la buena salud y el éxito de jóvenes santalenenses que tienen derecho a destacarse y a sobresalir, mas no a vivir consumiendo drogas.
Ojalá el actual Mandatario pueda reflejar su honestidad y honorabilidad con el fin de que no exista ni el más mínimo resquicio que pueda provocar una censura que es una ambición política por una sarta de avivatos que solo aparentan ser fiscales disfrazados amedrentando el futuro político de una persona que intenta hacer algo más por una nación sometida por las mafias.
En marcha la alteración democrática en el Ecuador
Francisco Antonio Llanes Suárez
La idea de alterar el orden democrático en el Ecuador se remonta al 2017, cuando los que habían gobernado de forma dictatorial durante diez años vieron que se les caía la estantería con el giro que el gobierno de Lenín Moreno dio hacia el Estado de derecho, desde entonces empezaron a urdir la intentona golpista y que en octubre del 2019 estuvo a punto de darles resultado.
Pese a ese fracaso, las fuerzas oscuras del correísmo -con Rafael Correa, a la cabeza, y la izquierda internacional castro-comunista, representada por los regímenes de Cuba, de Venezuela, Nicaragua y Bolivia y a los que hay que agregar carteles de la droga- y los dirigentes sindicales e indígenas, no han descansado en su intención de acabar con la democracia en el Ecuador y en su lugar instalar un sistema de régimen fuerte, como el que ya se nos impuso a los ecuatorianos entre el 2007 y 2017.
Pensaron recuperarlo (o como ellos llaman: “recuperar la patria”) en las elecciones de 2021 y que estuvieron a punto de conseguirlo, y ante ese nuevo fracaso, la vía del golpismo continuó siendo una alternativa para éstos y así pescar en río revuelto, poniendo un gobierno en Carondelet sostenido por aquellas fuerzas. Y así conseguir la amnistía para Rafael Correa y Jorge Glas, y todos los correístas que están procesados por corrupción, y para ello quieren cambiar los jueces de la Corte de Justicia. Les preocupa, además, que el gobierno del presidente Lasso está decidido a combatir el narcotráfico con el que los regímenes del socialismo del siglo XXI tienen vínculos y para ello ha dispuesto la instalación de radares en Manabí, que los carteles de la droga la han convertido en zona de abastecimiento de su sucio negocio.
Recuperación del tren
Bolívar Brito
Qué Dios le oiga, señor Ministro, si tiene la patriótica intención de que uno de sus principales objetivos sea la “recuperación del tren”. EL COMERCIO, mayo 8-2021, pues, no nos explicamos los ecuatorianos, cómo hemos sido indiferentes frente al colapso de la magna obra de Alfaro que costó muchos recursos y vidas al país y que permitió un fluido intercambio de comercio entre las dos principales regiones que antes del ferrocarril, se lo hacia a lomo de mula que eran conducidos por los famosos “arrieros”. Este medio de transporte significó un paso gigante para la economía que funcionó con éxito hasta que, el gobierno de Velasco Ibarra lo nacionalizó, empezando la debacle en razón de que desaparecieron las medidas de austeridad implantadas por la administración privada. Hay que dar al ferrocarril del sur gran vida y movimiento. No solo debe contarse con el turismo extranjero, sino que hay que despertar en toda la República, a que los ciudadanos conozcan su Patria como un deber nacionalista.
El turismo, en colectividad, como lo practican las empresas extranjeras de ferrocarriles dando extremas facilidades en el transporte, hoteles, etc. Nuestro Ferrocarril del sur ofrece un espectáculo tan magnífico que si las empresas de ferrocarriles de otras naciones tuvieran, lo explotarían con gran ventaja para el turismo y el comercio. Esta opinión transcrita de la revista Nariz del Diablo es reflejo de la política que llevaban sus ejecutivos. Desgraciadamente, los sucesivos gobernantes no tuvieron la talla de verdaderos estadistas, por lo que se malogró la obra suprema de García Moreno y Alfaro que fueron secundados por el hombre de empresa Harcher Harman. Uno de los vanos intentos de rehabilitar el ferrocarril fue la adquisición que se hizo en el gobierno de Borja que importó dos locomotoras de origen francés, pero que no dieron resultado por que no se acoplaron a los convoyes. Hacemos votos porque se cumpla la promesa del ministro Niels Olsen y no se pierda la oportunidad de tener un medio de trasporte económico y sobre todo se preserve la memoria de sus constructores.
Corrección en artículo
Ileana Almeida
En ‘Diálogo, Gobierno e indígenas’ (22 de octubre) se deslizó por error que el Estado Plurinacional de Derecho reza en la Constitución de 1998. Lo correcto es 2008.