Manicomio parlamentario
El caos total y a tiempo completo que se vive en la Asamblea Nacional hace temer con fundamento que los honorables legisladores están completamente orates, por lo que bien podrían alegar a su favor que padecen una enfermedad catastrófica. Mientras tanto el país contempla atónito el desagradable espectáculo diario del manicomio parlamentario, que a todas luces no tiene plazo para concluir ni por el ministerio de la ley. La directora (léase presidenta) del manicomio (léase Asamblea) no logra poner fin al aquelarre que los locos (léase asambleístas) están protagonizando, supuestamente en cumplimiento a lo que manda la Constitución y la ley. La “señito” que se desempeña como presidenta de los alienados emplea la mayor parte de su tiempo defendiéndose de la persecución que le han montado algunos que andan “pachakuteando” (los rebeldes), otros que andan unidos (los de Unes) solo para las maldades, y los “cristianos” que no tienen nada de sociales. A la espera de que este circo de mal gusto termine lo más pronto posible, el país les agradecerá debidamente que vuelvan por el camino de la sensatez y la cordura, a la vez que procuren instruir a la “seño” que no interponga acción de protección en la corte celestial, que seguramente no será concedida por ser un recurso estrictamente terrenal.
Guillermo Pérez de Castro
Asesino y Condena
Leyendo un artículo en el periódico El Comercio un padre asesinó a su bebé con solo pocos meses de vida que tuvo con su hija de 15 años y fue condenado a 26 años de prisión. El artículo dice que éste sujeto fue sentenciado según el Artículo 140, inciso numerable 1 y 2 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Felicito a las autoridades por tomar cartas en el asunto. No puedo imaginar cómo este predador forzó a su propia hija a tener relaciones sexuales con él. Se supone que un padre da protección y apoyo a sus hijos. Me pregunto desde cuándo este predador ha venido preparando a su víctima para cometer este acto de atrocidad. No se sabe si la Madre sabía lo que estaba sucediendo con su hija de la tortura que la misma estaba atravesando. Lo cierto es que la víctima nunca va a poder experimentar una edad madura por los trastornos sicológicos que le causó su propio padre. Este predador tuvo las agallas de decirle “ no avise a nadie y no haga más problema”. Los expertos dicen que el trastorno mental que estas víctimas pasan son innumerables y sufren de depresión, aislamiento, intentos de suicidio, culpabilidad, y nunca llegan a tener una vida normal. No se sabe si las autoridades tomaron en cuenta por separado otras violaciones que este sujeto cometió. Por que hubo: Incesto y abuso sexual a una niñita menor de edad, confundiéndola y manipulando sus sentimientos. En mi opinión, 26 años de condena es muy poco. Debieron considerar una pena mayor que dice el Artículo 171 por violencia sexual, delito individual, y el artículo 166 por acoso sexual del Código Orgánico Integral Penal para que este sujeto no tenga acceso para salir antes de su fallida condena.
Cómo esta niña va a superar estos daños físicos y sicológicos causado por su propio padre. En este caso ella necesita que la ley la proteja asegurándole que este predador salga de la prisión por buena conducta como suele permitir la ley.
Walter Altamirano