Cartas al Director / 15 de noviembre de 2022

¿Libertad?

Bien preciado, derecho, obligación, añoranza..quimera, estos y muchos otros calificativos podemos atribuir a libertad; pero, a medida que pasa el tiempo, la vemos , cada día, restringida y pisoteada. En Ecuador, antaño era posible caminar con libertad, sin cuidarnos de un robo o atraco; teníamos nuestras ‘jorgas’ de amigos o de barrio y era posible conversar en la calle o salir caminando de paseo por las ciudades; hoy, los únicos que caminan con libertad son los asaltantes y ladrones en motos y vehículos y hasta se dan el lujo de pintarrajear paredes delimitando zonas de influencia con nombres amenazantes relacionados con carteles mafiosos internacionales, o de bestias felinas o de pantano. Hemos aparentemente progresado defendiendo los derechos humanos; pero los politiqueros o los que defienden a delincuentes, amparados en la mención de esos derechos se olvidan de la inmensa mayoría de ciudadanos que trabajan y tratan de vivir en paz. Cuando se actúa en contra de los atracadores no faltan las voces defendiendo los derechos humanos de los agresoresy de los que violentan leyes; pero nunca se defiende los derechos humanos de los agredidos o de las personas que forman la fuerza publica encargada de velar el orden. Para colmo, inclusive, hay cortes internacionales que pueden cuestionar un acción contra los “perjudicados” delincuentes. Cada vez vemos más en ciudades de Ecuador cómo los muros alrededor de viviendas son mas altos, se ponen alambradas en la parte superior o se electrifican y son comunes las urbanizaciones cerradas; poco más y tenemos que amurallar el perímetro de cada ciudad y dejar a los atracadores libres fuera. Dura realidad que enfrentamos la mayoría de nosotros los ciudadanos, que solo nos falta crear un domo impenetrable y vivir aislados en una burbuja. Se requiere acciones contundentes de todos los poderes del estado con el fin de lograr vivir en paz con libertad. 

Marcelo Gallo Gallegos

Creditocracia… la esclavitud moderna!

Andreiv Ross, catedrático de la Universidad de Nueva York, sentencia que “la deuda lo que hace es redistribuir la riqueza hacia arriba y restringir la democracia hacia abajo, constituyendo el nuevo modelo de servidumbre”. Continúa: “los políticos son cobradores de deudas a nombre de los bancos, creando una dicotomía entre préstamos y activos financieros contra la producción de bienes”. “Los bancos tienen demasiado poder porque no están bien regulados”, concluye. En otro tema, el Dr. en Economía Carlos Julio Emanuel, experto monetarista, en el programa América de Fernando Aguayo, calificó “que en Ecuador existe un oligopolio bancario, cuyas tasas de interés son el doble de las que tiene Panamá, también dolarizado”.Que la Reserva Monetaria no fortalece la dolarización; los USD 8 mil millones podrían servir, por ejemplo, para pagar al IESS, o que el Banco Central realice préstamos, como lo hacen la Reserva Federal, el Banco Europeo, etc. pues es necesario que crezca el PIB, estancado hasta ahora. Es preciso invertir, sentenció; los USD 1 800 millones dedicados a inversión pública no se ejecutan. Ojalá la Junta de Regulación Financiera y la Monetaria analicen las críticas de los expertos y dicten medidas a favor de la reactivación de la economía, crezca la capacidad adquisitiva de los ciudadanos que soportamos “la nueva servidumbre” desde siempre.  

César Aurelio Molina Pérez

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