El índice de desarrollo humano
América Latina ha tenido en los últimos años un incremento en los niveles de desigualdades socioeconómicas, siendo este un factor muy determinante en las condiciones de la calidad de vida de la población. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo implementa el Índice de Desarrollo Humano (IDH) permite medir las desigualdades sociales, el desarrollo económico y las necesidades reales del territorio desde tres dimensiones: la salud, la educación y los ingresos. La CEPAL lleva a cabo esta metodología de indicadores, para fomentar el desarrollo sostenido e impulsar programas para reducir la pobreza y las desigualdades en la región. Actualmente, el IDH en el Ecuador alcanza un índice elevado de 0,759, esto significa que el país no se encamina hacia una política social permanente que de solución de manera integral a los problemas más álgidos del país, producto de esa inadecuada gestión gubernamental.
Ciertamente la falta de empleo, la inaccesibilidad a los servicios básicos, a la educación y la atención en la salud, siguen siendo los males que aqueja a nuestra sociedad.
Es por eso, que los mayores desafíos que hoy tenemos frente a esta problemática es, comprometernos a disminuir las brechas sociales a través de una gestión en la planificación para el desarrollo, y así, estas condiciones revertirlas desde el gobierno central con políticas públicas de estado articuladas con los gobiernos seccionales bajo las competencias que les faculta la constitución.
Desde los GAD, plantear programas sociales orientados a la educación, proyectos de saneamientos y servicios básicos, de modo que, se logre disminuir las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) elevando el IDH. Es imprescindible medir el desarrollo desde la escala local, con el objeto de lograr la homogeneidad de las condiciones de vida y de esta manera minimizar los impactos sociales.
Comentario
Esteban y Virgilio nos tienen desquiciados por sus incoherencias. Estamos cansados de tanta perversidad y lo nefasto en estos caballeros en sus cada vez desafortunados discursos se creen dueños de la Patria. Tengo la impresión que Torres y Saquicela buscan solapadamente tomarse el poder; ser Presidente y Vicepresidente de este noble y cansado pueblo, no cuenten con esas aspiraciones. El pueblo está pacífico, todavía no reacciona. No olviden la historia relata actos heroicos cruentos e incruentos. Están buscando cinco patas al gato con pretensiones incansables.
Por dios señores Nebot, Correa, Iza y Narcos, déjenos la paz, la tan añorada paz que nos arrebatan y se ha convertido en el pan de cada día. En octubre del 19 destrozaron el Ecuador y repitieron en junio pasado con saña destrozaron Quito la carita de Dios, gozaron destruyéndola. La pasión política desmedida les enceguece, importa un rábano lo que nos suceda.
A los parias asambleístas vagos les recordamos, les escogimos para que laboren en beneficio de las clases menesterosas, y para que gocen de suculentos emolumentos. Señor Presidente las amenazas cunden, por favor ordene a la policía y al ejercito el arresto inmediato e incondicional sin que le tiemble la mano. El mundo está convulsionado, exploremos LA PAZ, la paz tan anhelada también para este pequeño terruño.
C. Aquiles Vicuña P.