‘Mens sana in corpore sano’
Luis A. Herrera H.
Los últimos triunfos de los compatriotas en las olimpiadas, campeonatos y competencias internacionales obligan a una reflexión seria y fundamentada sobre la importancia de la cultura física en el crecimiento corporal que las personas manifiestan según la edad, la estatura, el peso, la alimentación. Esta rama del conocimiento facilita, mediante educación física, gimnasia, deportes, recreación, atletismo, artes marciales, ciclismo, una abundante gama de ejercicios para que el individuo adquiera una muy buena configuración. El objetivo es participar en la educación integral para equilibrar y armonizar el aspecto físico con el intelectual, afectivo, emocional y lograr una persona vigorosa, robusta, con firmeza y convicción en principios morales y orientaciones éticas. He ahí la integridad. Los romanos lo denominaban ‘mens sana in corpore sano’.
Una visión general de la realidad indica la urgencia de una reforma estructural: establecer una relación sólida y permanente con el sistema educativo, con planes y programas pedagógicamente elaborados y no una asignatura más en los estudios de primaria, secundaria y universitaria.
Las diferentes entidades, llámense confederaciones, asociaciones, comités o clubes deben concatenarse entre sí para ofrecer atención precisa, material y técnica, a quienes se orientan en la práctica de una determinada actividad.
Garantizar la disponibilidad de recursos económicos suficientes con la planificación y elaboración real del presupuesto general y de cada una de las entidades.
Vigencia de una política de Cultura Física para llegar a la mayoría de la población si, en verdad, se quiere mejorar las condiciones de vida con habitantes sanos, fuertes, alegres, capaces para competir en cualquier evento.
Ojalá la satisfacción y el contento por la obtención de medallas y premios alcanzados en esta temporada no sean ocasionales sino el resultado de un proceso aplicado por una sociedad que busca éxitos presentes y futuros.
Artículo de Simón Espinosa
César Aquiles Vicuña Prieto
El 5 de diciembre en curso leí en el diario EL COMERCIO, la crónica suscrita por el doctor Simón Espinosa Cordero, titulada “espinas” refiriéndose a la Constitución del 2008, mamotreto concebido en su integridad por el sátrapa Correa, le beneficiaba en su totalidad; se vengaba de quien no compartían y no pensaban igual que él.
Desgarraban lo sentimientos ver a inocentes ciudadanos en las mazmorras y más lacerante todavía observar los míseros hogares privados de lo más elemental, el pan nuestro de cada día que no podían abastecerse de ese sustento diario que sus padres les prodigaban. Escenas malditas.
Abrió las puertas de las bodegas del oro y la plata para permitir que los corruptos se lleven todas nuestras riquezas en bolsas de yute. Doctor Espinosa Cordero esta carta respalda a su sesudo artículo que desmenuza en forma muy sensata los dardos de la Constitución del 2008.
Seño Presidente, soy incrédulo que nuestro Gobierno haya pactado con el correísmo para fraguar especialmente el indulto de Jorge Glas, es sabido por todos ¡las varias condenas por robo de muchos millones de la patria!, quiere la libertad para gozar de esa fortuna mal habida.
Señor Presidente, en las filas de su partido me comentaron que hay ciudadanos de gran valía, muy capaces. Es hora de que se deslinde del correísmo, incrustado en la Administración Pública y respalde con su gente. No permita esa monstruosidad, muy peligrosa, que en cualquier momento boicotee su mandato u los buenos deseos de triunfar, de prosperar, de engrandecer a nuestro Ecuador.
Señor Presidente tengo 90 años, estoy en el ocaso de la vida, la experiencia adquirida me permite sugerirle que tome muy en cuenta mis recomendaciones; vuelvo a insistir, deslíndese de ministros y más gente que no son de su partido, en el fondo deben odiarle, hágame caso señor Presidente Lasso, raspe un poquito la Constitución y su pueblo va a aplaudir complacido.
La dolarización desde la época de García Moreno 1861
José Arrobo Reyes
La preocupación del Dr. Gabriel García Moreno, no solo fueron los territorios ecuatorianos, a merced de Colombia y Perú, quien estoicamente esperaba, se solucionen estos problemas fronterizos. En esa época, Ecuador, el 22 de junio de 1861, solicita a Francia un protectorado en dicho documento se mencionaba la importancia del Río Amazonas, que representaba en esa época la despensa de América que se desprendía de la región oriental hacia Manaos, hoy Brasil.
De igual manera, el archipiélago de Colón o Galápagos donde se producía enormemente el carbón de piedra y otros recursos suficientes que serian de utilidad para el Gobierno francés. Pues consideraba que la división de las naciones constituía más desventajas que beneficios, la desunión podría engendrar conflictos, y que los propios países vecinos no buscaron esa integración y hermandad, siempre buscaban con egocentrismo lo que les interesaba. Como en la actualidad a China le interesa muchos productos de otros países para industrializarlos y comercializarlos.
Gabriel García Moreno como fiel discípulo del Libertador Bolívar, trató en sus dos periodos presidenciales formar una gran unidad, para poder sobrevivir y desafiar los avatares de la política económica continental. Sin embargo, desde 1864, la doctrina Monroe hecha por los dirigentes norteamericanos, implementó la diplomacia del dólar, impulsada gracias a la supremacía económica y militar de EE.UU., opuesta a la participación de la política europea.
Sin embargo, Inglaterra intervino económicamente endeudando a nuestro país en el orden de 250.000 libras esterlinas, para la independencia ecuatoriana (Esta deuda la sufragó Guillermo Rodríguez Lara en 1970), desde ese entonces, 1867 hasta 1886, ingresaban embarcaciones inglesas para cargar 300 quintales de tagua y de otros productos, lo que comprometía al Ecuador y su producción. Esto le disgustó a García Moreno y tuvo que acudir al protectorado francés desde 1859 hasta 1863. En defensa de esa comercialización obligada Inglesa, y de las asechanzas peruanas, neogranadinas y de otros enemigos, que proyectaron varias intervenciones militares contra el gobierno ecuatoriano de García Moreno. Hoy en día y desde el año 2000, hasta la fecha, el dólar moneda foránea se ha afianzado como moneda oficial y de libre circulación en el Ecuador, para enfrentar la pobreza, el hambre y las enfermedades como el covid 19, delta, ómicron, etc. La muerte de García Moreno el 6 de agosto de 1875, es decir hace 146 años, quien defendió los intereses económicos y financieros de este país, debe ser el ejemplo que lo deben emular los presidentes en este país.
Demasiados héroes en Ecuador
Arturo B. Guevara G.
Cada vez que escuchamos las noticias de nuestro país y en la crónica roja que hay un policía muerto, las autoridades lo ensalzan, lo inmortalizan, sea que su muerte fue por negligencia, descuido, accidente, etc.
Nos hemos acostumbrado a escuchar está mención de “héroe”, cuando en el diccionario especifica que tal mención corresponde a una persona que ha realizado algo extraordinario, fuera de sus capacidades o conocimientos. En el Ecuador parece que el solo hecho de ser policía o militar ya tiene garantizado su nombramiento de “héroe”, cuando muera en actos de servicio, porque esta peculiaridad está tan arraigado en la mente de muchos gobiernos de turno.
Si bien el trabajo de militar o policía es arriesgado; nuestro país tiene menos probabilidades de conflictos armados que otros países y el nivel de violencia es menor comparado con otros países de la región.
Asimismo, existen trabajos de alto riesgo en la población civil, como mineros, soldadores, pescadores, electricistas, etc. y cuando alguna de estas personas fallece en actos de servicio, ninguna autoridad se acuerda de ellos, menos aún darle un post morten, solamente su familia.
El Gobierno debería analizar esta situación con objetividad y desde la perspectiva de los ciudadanos de a pie, que luchamos día a día por sobrevivir.