No más corrupción en el país
En el Municipio se logró desde “Quito Honesto” que contratistas firmen “compromiso de honestidad” lustros atrás. La Asamblea debe suprimir los puestos de Libre Remoción, ocupados -con honrosas excepciones- por gente ávida de poder, ignorante de procesos públicos, que maltrata a los servidores de carrera -en su inmensa mayoría gente preparada hasta con dos profesiones, maestrías, idiomas, que busca cambios administrativos para seguir aprendiendo, o porque se da cuenta que no podrá salir airosa frente a arremetida de nuevos secretarios, gerentes o asesores que llegan cada cuatro años con la nueva autoridad, para tratar, supongo a veces con éxito, de beneficiar con contratos a ‘su gente’; o con información sobre inversiones públicas para revalorizar sus terrenos, o entregar comodatos o donaciones a quienes luego lucrarán con esos terrenos. Paren la desigual lucha del servidor de carrera contra quienes buscan viciar procesos de discrecionalidad, abuso de poder y falta de transparencia.
Diego Fabián Valdivieso Anda
¿Realmente se firmó la paz?
¿Realmente se firmó la paz, o simplemente se estamparon unas firmas sin ningún ánimo de reconciliación? Mientras no se desarmen los espíritus subsistirá la incertidumbre y la amenaza de nuevas acciones desestabilizadoras organizadas, promovidas y financiadas por anarquistas, resentidos, perdedores y desubicados que solo miran sus protervos intereses. El indigenismo ha sido manipulado por falsos dirigentes que se creen enviados por la divinidad para reivindicar sus derechos, pero que en definitiva los someten a sus nefastos caprichos y voluntades, sin importarles que únicamente sirvan para afianzar su imagen. El Estado ha sido avasallado a los ominosos antojos de complotados que se han impuesto como misión institucionalizar el caos. En los diálogos que tengan lugar entre el gobierno y las organizaciones indígenas, los comisionados deben tener presente las sabias expresiones de Benjamín Carrión: “Nuestra joven y esperanzada patria no requiere nacer de la carroña, del odio, de la venganza … nuestra joven patria necesita como raíz de su optimismo, una inicial de amor …” Nota: Entenderán bien, amor a la patria (Hamutanaán alli, kuyai a la mamallakta).
Guillermo Pérez de Castro
Desesperación
Los ecuatorianos constatamos que Correa quiere regresar a ser presidente. Para ello necesita manejar los tres poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, para que le declaren “el salvador de la Patria” y lo amnistíen de todas sus fechorías y robos. UNES, su brazo ejecutor, logró adueñarse del Poder Legislativo con la ayuda del PSC y los rebeldes de Pachakutik. Alcanzó a suspender al presidente del Poder Judicial con una simple denuncia de un señor Guamán que nunca dio la cara; y por último quiso el Poder Ejecutivo a través de una conmoción interna enmascarada por indígenas, provocada por ellos mismos y con una votación en la Asamblea amañada y comprada, avalada por su nuevo presidente, sin conseguir los votos necesarios. En el Ejecutivo y en el Judicial ha perdido, porque Correa mismo puso las reglas de juego, la Constitución de Montecristi y tendremos al correísmo por 20 años más; pero por sus propios errores en ese tiempo desaparecerán. Así lo dice la Historia y Correa no conseguir su propósito.
Guillermo Pérez de Castro