Cartas al Director / 12 de agosto de 2022

‘Políticos profesionales', dinero y fama

El escenario político ecuatoriano es desolador. Que los personajes de televisión quieran ser “políticos profesionales” es legítimo. Está bien, es su derecho democrático que estén ahí, nos guste o no. De hecho, puede que lo hagan mejor que muchos de nuestros asambleístas, ya que estos sí saben actuar, y de eso se trata la política. Lo que hace un político es interpretar, construir un personaje. Por lo menos, los actores, los cantantes, presentadores de televisión, futbolistas e influencers sabrán interpretar un guion o canción, sabrán seguir una táctica de juego, se dejarán dirigir y podrán seguir la “lógica” de un partido político. Su máximo valor será interpretar lo que les digan, construir un personaje y dejarse dirigir por el jefe del partido. A todo esto, ¿cuál es la lógica de los partidos políticos? Que los personajes de televisión se lancen al poder, al poder de reparto, a ser los extras de la democracia. Pues siempre se necesitará seguir moviendo el circo de la política. Siempre se ha dicho pero no siempre se entiende, el primer acto de corrupción es postularse o aceptar un cargo público para el cual no estás preparado. Esto también aplica para los que estando en un cargo público y no hicieron nada, tienen la desfachatez de volver a presentarse en unas elecciones. Entiéndase bien, los “famosos” deben estar en los comicios. El mundo de la televisión y las redes sociales, deben tener sus representantes. Además de ser ecuatorianos, están “preparados” para actuar, saben seguir el libreto del que manda, y no tienen que exhibir ningún título académico. Así lo permite nuestro ordenamiento jurídico. Dicho lo anterior, el problema en la política ecuatoriana es que los “famosos de la política” se esfuerzan cada vez más en llegar a su máximo nivel de incompetencia. Por eso, cuando llegan al poder, solo pueden ser actores de reparto que se ganan un sueldo por actuar como extras, ya que los que juegan al poder son los verdaderos políticos al servicio de aquellos que tienen a este país y a sus ciudadanos, secuestrados en su circo doctrinal. Todos los ecuatorianos podemos ser elegidos como “actores” de nuestra democracia, pero antes deberíamos preguntarnos: ¿qué tengo yo para actuar bien ese papel?, ¿qué aporte puedo hacer?, ¿puedo servir en algo? Eso sí, si quieren ser malos actores y un fraude, vayan por las alcaldías, las prefecturas y concejalías, allí habitan los malos actores.

Juan Francisco Yépez Tamayo

Maleta perdida

El día lunes 1 de agosto viajé de Manta a Quito por Latam y llegando a esa ciudad una pareja tomó mi maleta por equivocación , hice el reclamo correspondiente y la aerolínea se tomó casi 6 horas en localizarla y en lugar de ellos entregarme mi maleta permitieron que estas personas me exigieran el pago de 55 dólares supuestamente porque habían pagado esa cantidad en transportar la maleta al aeropuerto a lo que me negué pero los funcionarios de Latam se desaparecieron y porque yo tenía un vuelo internacional en esos momentos, accedí a pagarles 30 dólares por recuperar mi maleta, algo para Ripley y todo debido a la negligencia de esta aerolínea. No es posible que no se revise el número que le asignan a las maletas cuando se sale del área de la entrega de maletas. Ojalá tomen medidas en el aeropuerto de Quito y que las aerolíneas respondan con celeridad la pérdida de maletas.

Linda Hernández

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