La naturaleza evidenció con el último sismo que la carretera Gualo Tababela debió haberse construido y no el elefante blanco Collas que quedó inservible para la zona centro norte de la capital por 6 meses según el boletín del Ministerio de Obras Públicas, no solo será este el problema si no el colapso de la única vía hasta el aeropuerto que tenemos los quiteños, ahora tendrá que compartirla también con buses interprovinciales, transporte pesado, y de todo tipo que tendrá que hacer uso de esta vía Tumbaco-Tababela para poder desplazarse desde Quito hasta las provincias del norte del país, una desgracia para el nuevo alcalde Mauricio Rodas el cual tendrá que hacerse cargo de semejante congestión, muy a pesar que la Ruta Viva esté en algo descongestionando el tránsito, mientras esta no se entregue definitivamente en diciembre según anuncian, estos 6 meses próximos serán para los habitantes de los valles de Cumbayá, Puembo, Tumbaco, Pifo y aledaños un ambiente muy tenso y exasperante, clásico del subdesarrollo en que vivimos, no se diga lo que significará nuevamente para viajeros nacionales y extranjeros que tendrán que soportar todo este entorno con el consiguiente riesgo de perder sus vuelos y de pensar en que el viejo puente del Chiche pueda sufrir un desperfecto. En fin pienso que en estos meses que se avecinan la única frase que va a estar en nuestras mentes quiteñas va a ser All we need is a highway!