La Constitución del 2008 garantiza el derecho a la salud. Y determina que el financiamiento del sistema de salud debe ser del 4.0% del PIB. La Ley Orgánica acoge el concepto OMS que define salud como completo bienestar físico, mental y social. Es decir, la dicha. Las normas legales establecen la gratuidad de la asistencia sanitaria incluidos los procedimientos de diagnóstico, tratamiento, medicamentos y rehabilitación. Y que la prestación de los servicios se regirá por los principios de equidad, universalidad, solidaridad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética. Los candidatos a la Presidencia, ¿se comprometerían a cumplir con estas disposiciones? ¿A destinar ese porcentaje del PIB? ¿A la gratuidad de la asistencia sanitaria? ¿A garantizar que ésta sea de calidad y equitativa? ¿Todos se comprometerían públicamente, firmando un acuerdo para proporcionarnos la dicha? O, por lo menos, ¿para intentar mantenernos sanos?