La señora Doménica Tabacchi, de acuerdo con los artículos 7 y 11 de la Constitución, es ecuatoriana por nacimiento y no puede ser discriminada por razones de etnia. El Presidente olvidándose de estos principios fundamentales arremetió contra la dama y le increpó por tener ojos claros, cabello rubio, por ser guapa y por llevar apellido extranjero; concluyó que una persona con esas características no podía representar a la mujer guayaquileña; todo esto lo dijo con una sonrisa burlona bastante alejada de la cordura que debe caracterizar a un Mandatario.