La Constitución vigente protege al trabajador y nadie, por más prepotente que sea, puede ir contra ella, que en su artículo 326, numeral 2, dice claramente: “Los derechos laborales son irrenunciables e intangibles. Será nula toda estipulación en contrario”. Y el 328 señala: “La remuneración será justa, con un salario digno que cubra al menos sus necesidades básicas…”.
Ningún trabajador permitirá ganar menos al rebajarse sus horas de trabajo semanales, ni pedirá permiso materno (papá/mamá) sin sueldo por 9 meses. Igual, más vale al quedar sin trabajo, usar su cesantía en lugar del seguro de desempleo con base en su cesantía. ¡Es absurdo que esta ley trate de mermar los salarios que sustentan la alimentación, salud y otros gastos de su familia! Tampoco creemos que el empleador se rija por esta nueva ley que mermaría su producción y, por lógica, reduciría también sus ganancias. Todo lo contrario, tanto el empresario como el trabajador deberían trabajar más para evitar la quiebra de sus empresas y el Gobierno debería tomar las decisiones adecuadas y pertinentes, que reduzcan sus costos y que ayuden a producir más para lograr divisas con la exportación de productos y que las empresas que importan artículos tengan el incentivo necesario para mantener las fuentes de trabajo. Es decir, hay que crear la seguridad jurídica perdida para que los inversionistas vengan al Ecuador, como lo hacen en otros países vecinos como Colombia, donde invierten anualmente 7 mil millones de dólares y Perú con 15 mil millones, mientras en Ecuador lo hacen con 700 millones por falta de seguridad jurídica.
De aprobarse esta ley, seguirán el desempleo y la quiebra de las empresas tanto de producción como importadoras de productos, pues es sencillamente inconstitucional e inaplicable desde todo punto de vista.
Por lo tanto, el Gobierno y los asambleístas deben rebajar el engorde económico y político de la burocracia y si piensan que con la aprobación de esta ley van a obtener resultados positivos en las elecciones del 2017, ¡están soberanamente equivocados porque esta ley para esos fines es contraproducente!